Nada parece estar roto hoy (sólo la voz del que llega tarde).






jueves, 3 de septiembre de 2009

Es difícil explicar la depresión como un estado constante.
Nada me hace feliz, con nada sonrío.
Todo lo hago amargamente casi en un estado de inercia.
Vivo, sí, pero no se por qué.
¿Por qué estoy vivo?
Eso me pregunto cada noche antes de llorar y antes de dormir.

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