Nada parece estar roto hoy (sólo la voz del que llega tarde).






domingo, 7 de marzo de 2010


Muéstrame como haces ese truco, me dijo él. El que me hace gritar, el que me hace reir, decía. Y puso sus brazos alrededor de mi cuello: “Muéstrame cómo lo haces y te prometo, te prometo que me escaparé contigo". Girando en esa vertiginosa orilla, besé su rostro luego su cabeza. Y soñé con todas las diferentes maneras que tenía de hacerlo brillar. ¿Porqué estas tan lejos? ¿Porqué nunca comprenderás que estoy enamorada de ti? le dije. Tú, suave y único. Tú, perdido y solitario. Tú, extraño como los ángeles. Bailando en los más profundos océanos, girando en el agua. Eres igual a un sueño… La luz del día me puso a punto. Debo de haber estado dormida por días. Y moviendo mis labios para respirar su nombre. Abrí mis ojos y me encontré sola. Sola. Sola sobre un mar de rabia, que se robó al único chico que amé, y que lo ahogó profundamente dentro de mí. Tú, suave y único. Tú, perdido y solitario. Tú, igual al cielo.

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