Pocas cosas pueden salvarte cuando ya perdés tu propia estima. Y pensas que nunca importó el querer, que nunca importó importar.
Pocas cosas me ayudaron a dormir sin soñar, porque me basta con vivir lo cotidiano. La brisa que se escurre por los dedos.. y tu sonrisa que la acompaña presurosa. Va más allá del simple amar, es amar ser feliz.
Nada parece estar roto hoy (sólo la voz del que llega tarde).
jueves, 7 de julio de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)