Las nubes rápido se encuentran, los robles del bosque rugen, una doncella se sienta junto a la verde orilla. Las olas rompen con furia;ella suspira en la noche que oscurece, y con los párpados anegados en llanto se lamenta: Mi corazón está muerto en mi interior, el mundo es un vacío; El deseo me ha abandonado, cada esperanza es destruida. La plenitud de la dicha he saboreado, he vivido, he amado; tomad ahora este infante sagrado, bajo vuestra tierna fantasía. El vano es vuestro dolor, en vano vuestras lágrimas caen; pues los muertos en su lcho nunca recuerdan sus sueños. Aún si algo puede puede calmar vuestra pena, vertir un dulce bálsamo en tus venas, ahora que el amor con sus placeres no os condena, grita vuestro deseo, y consuelo hallarás en el silencio! Aunque en vano sea mi dolor, aunque en vano mis lágrimas caigan; aunque los muertos de sus sueños nada puedan recordar; ningún bálsamo es dulce para el corazón abandonado, cuando el amor y sus placeres no nos condenan; sólo nos deja desdicha y un solitario tormento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario