Nada parece estar roto hoy (sólo la voz del que llega tarde).






viernes, 25 de diciembre de 2009


A un cadete acostumbrado a las corridas, la vergüenza ya le pisa los talones lamentando el precio de sus confesiones, va esquivando ejecutivos por Florida. Mientras cruza sin mirar las avenidas, se martilla la cabeza sin piedad vuelve con los ojos llenos de perdón, pero es demasiado tarde y ella le da un beso de esos que humillan a la soledad. Por el centro todos conocen la historia del mas pillo y las mas bella del condado y aunque tienen momentos de poca gloria, es un cuento que merece ser contando. Cuando el amor se tomo una vacaciones la vida le dio milonga y el bailó. Nunca le dijo que no a otros rock and rolles pero "Steve Ray Bogan" fue testigo de esa magia que los condenó, a vivir eternamente entre el tedio y la pasión, el instinto y la razón, entre la perseverancia y la cruel resignación, de esa magia que no los va a dejar ser dos amantes del montón.
Ahora ella va a dos mil por hora por la vida, pisa el freno solo para sus dos críos, el supo hacerce mas compañero del frío, ese que le hacía sangrar por la herida. Si hoy la describo digo "profeta Mahoma"
una vez hecho un trato ya lo consiguió, y el adquirió una gran filosofía de goma, y zapatos baratos, eso no cambió. Ninguno de los dos creía en el destino y este se vengó para hacerce notar,
les va poniendo mas piedras en el camino, pero yo me juro fiel testigo de esa magia que ellos seguirán compartiendo eternamente entre el tedio y la pasión, el instinto y la razón, entre la perseverancia y la cruel resignación esa magia que no los va a dejar ser, nunca los va a dejar ser, dos amantes del montón.

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