Nada parece estar roto hoy (sólo la voz del que llega tarde).






domingo, 10 de enero de 2010

Escribe mi nombre en un papel. Ponlo en una cajita y entierrame. Olvidame. Mata mi recuerdo. Haz como que nunca existí, más bien sabes que lo que hagas será en vano porque nunca podrás olvidarme.

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