Nada parece estar roto hoy (sólo la voz del que llega tarde).






martes, 20 de octubre de 2009


Fluye abajo, fría corriente, hacia el mar; Tu tributo en olas será entregado: Hacia tí, mis pasos ya no correrán, Nunca más, eternamente. Fluye, fluye suave por hierbas y campos, creciendo de corriente a río:Para tí, mis huellas ya nunca serán,Ya no, eternamente. Pero aquí suspiró tu viejo árbol, Y aquí tiemblan sus trémulas hojas, Al compás de las inquietas abejas. Para siempre, eternamente. Mil soles brillarán sobre tí, Mil lunas se estremecerán, Y por tus riberas, mis pies ya no andarán,Ya no, eternamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario